jueves, 26 de diciembre de 2013

Quien dijo que Santa Closs no existe



La Navidad es la fecha que más anhelamos que llegue a nuestras vidas, significa la reunión de familias, de padres e hijos, de hermanos, parientes y amigos.

Época de reflexión... de darnos cuenta de nuestros aciertos y desaciertos, sueños l...ogrados, fe y esperanza, los villancicos y música navideña, que tocan las fibras más sensibles de nuestra alma, haciéndonos vibrar de emoción.
Es la época de recordar que todos somos hermanos.

Aprovecha esta Navidad para perdonar a quienes te hirieron, y comienza el año con tu corazón lleno de amor.

Comparte tu alegría y tu cena con quién se encuentre solo, que no tenga familia, o que se encuentre triste. El invitado puede representar la figura de Jesús y así podremos recibir la bendición de un Nuevo Año.

De todo corazón que pases una Feliz Navidad al lado de todas las personas que te quieren, q te llenen de apapachos y regalos y el Año Nuevo traiga muchas cosas buenas para ti y sobre todo que Dios me de la fortuna de seguir siendo tu amigo.

Son los deseos sinceros de tu amigo Rubén Armenta H.

jueves, 6 de junio de 2013

El cambio climático podría borrar Río de Janeiro y Buenos Aires de la faz de la Tierra.


El volumen de hielo en la Antártida es un 4,6% más grande de lo que se pensaba previamente. El calentamiento global y el respectivo deshielo en el continente borraría toda Holanda, Río de Janeiro, Montevideo y Buenos Aires de la faz de la Tierra.

Son solo algunas de las conclusiones que los especialistas extraen a partir del análisis de un nuevo mapa de la Antártida presentado por la Prospección Antártica Británica (British Antarctic Survey, el operador nacional antártico del Reino Unido), el más detallado jamás visto. El proyecto bautizado como 'Bedmap 2' supone "una mejora significativa" respecto a los datos anteriormente recolectados de la Antártida por su antecesor, el Bedmap, que fue elaborado hace más de 10 años, según la Nasa
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De acuerdo con 'Bedmap 2', la profundidad media del lecho del continente antártico es de 95 metros, 60 metros más de lo que se estimaba. El volumen general de hielo es un 4,6% más grande de lo que se pensaba previamente, mientras que el volumen de hielo lindante con la tierra, pero situado bajo el nivel del mar, es un 23% mayor de lo que se creía. Cabe destacar que este último tipo de hielo es muy vulnerable ante las corrientes marinas, con lo cual es el más susceptible de ser fundido por el calentamiento global.


Según calculan los científicos, al derretirse el hielo de la Antártida el nivel del mar en el planeta podría llegar a subir, potencialmente, entre 58 y 60 metros. Si esto ocurriera, prácticamente desaparecería la totalidad de los Países Bajos. Gran parte de la costa de Alemania también sería borrada de la faz de la Tierra y ciudades germanas del interior como Hannover y Berlín también resultarían afectadas. Las localidades costeras del Reino Unido desaparecerían en su gran mayoría, mientras que Londres resultaría sacudido por un Támesis anegado.


En España, una subida así inundaría Sevilla y toda la desembocadura del Guadalquivir. El Mar Menor (Murcia) se uniría con el Mediterráneo. La huerta de Valencia, gran parte de Barcelona, Santander y Gijón, entre otras, serían solo un recuerdo.


En América del Sur, el mar se adentraría en el corazón del continente. El río de la Plata sufriría las consecuencias y Buenos Aires desaparecería del mapa. Lo mismo ocurriría con Montevideo y las ciudades costeras de Brasil, como Río de Janeiro, Porto Alegre y Santos.


El panorama es desolador y eso que solo contempla la Antártida, sin tener en cuenta las aguas procedentes del deshielo de otras partes del mundo
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miércoles, 20 de febrero de 2013

Fariseos inunda Hermosillo en las vísperas de Semana Santa


Ya se escucha por las calles de la ciudad de Hermosillo, el inigualable sonido de los tenábaris de los chapayecas, que recorren las avenidas de la Capital de Sonora, mientras la gente corre a su ventana o sale de sus casas para verlos, y algunos despistados, miedosos se esconden o cierran sus puertas.

En cuaresma y semana santa la cofradía de los chapayecas ó fariseos, toma el control de la vida religiosa al interior de los barrios yaquis de Hermosillo. Toda ceremonia de corte religioso es sancionada por ellos: velaciones, cabos de año (velación que se hace a las personas al término de un año de haber fallecido), y cada uno de los rituales de cuaresma y semana mayor son dirigidos y ejecutados por la tropa de los fariseos pertenecientes al kohtumbre ya´ura.

Emanado de la creencia católica, el ceremonial de cuaresma y semana santa vivido por los fariseos yaquis es un espacio para la purificación individual y colectiva. La tradición heredada de los ocho pueblos tradicionales del río Yaqui, se ha mantenido sólida al paso del tiempo, y florece, como cada año, en diferentes puntos de la capital, adaptándose a la condición urbana, y superando las dificultades propias de la urbe.

Las ramadas no sólo son las construcciones físicas en donde se desarrollan las celebraciones de semana santa; es también la Iglesia y el espíritu de los yaquis, es toda la organización que existe dentro de ella. En esta ciudad del sol, existen 5 ramadas: Coloso Alto, Coloso Bajo, Sarmiento, Matanza, y Revolución. Cada una está asentada en los barrios del mismo nombre. 

Hay personas que sirven a la tradición desde muy pequeños. Entraron siendo "cabitos", después soldados, y ahora, algunos de ellos ya son jefes. Muchos hombres después de pagar su manda deciden seguir prestando servicio a la ramada por la devoción personal a la fiesta: son ahora los mayores que ayudan a dirigir la fiesta.

Una persona se ofrece a la "tradición" por medio de una "manda" ya sea de manera individual o por iniciativa de los familiares, en caso de ser menor de edad. Desde el miércoles de ceniza y hasta el domingo de resurrección, los fariseos habrán de sobrevivir al sacrificio físico y espiritual, al ayuno impuesto por el tipo de vida de la tropa, y a la abstinencia de todas aquellas comodidades materiales de la vida diaria. 

Mientras unos deciden abarrotar las playas, otros se acercan a las Iglesias, otros mas ofrecen su trabajo, esfuerzo y sacrificio por una "tradición religiosa" dejando atrás su vida personal. Al igual que en otros puntos de la geografía sonorense, las celebraciones indígenas de cuaresma y semana santa son parte de nuestro acervo cultural y religioso, de nuestra memoria viva como sociedad, única e irrepetible en todo el mundo. 

Acerquémonos para conocernos un poco más entre nosotros mismos, y valorar toda la riqueza cultural de la cual somos poseedores. 

Fuente: ehui.com

lunes, 4 de febrero de 2013

Rodolfo "Chino" Medina en el Festival Desierto y Caribe 2013.

Hermosillo, Sonora.- El "Chino" Medina conquisto a chicos y grandes la noche del domingo en el Festival Desierto y Caribe 2013.

Desde muy temprana hora se dieron cita en la Plaza Alonso Vidal de esta ciudad, un gran cantidad de personas que apartaban los mejores sitios para disfrutar de una velada musical.

Luciendo sus galas domingueras un gran numero de abueltos acompañados de sus hijos, nietos, bisnietos y algunos tataranietos, disfrutaban pasar al grupo Bola de Ruido mientras los técnicos preparaban los últimos ajustes de sonido.

En punto de las 21:30 horas se escucharon los primero acordes musicales y sin perdonar a los presentes los abuelos se lanzaron a la pista de baile, que poco a poco se fue llenando y con gran algarabía se divertían de lo lindo los chamacones del "club de la cana al aire".

Con cara de felicidad y recordando sin duda aquellos bailes de antaño, los abuelos solo descansaban unos minutos para retomar aire y regresar al bailongo.

Entre paso doble y lustrando los cacles, la improvisada pista de baile se convirtió en una verdadera fiesta, donde niños, papas y abuelos bailaban al ritmo del Ray Conniff, Glenn Miller, entre otros.

Los aplausos no se hacían esperar al termino de cada melodía y el Chino Medina saludaba a los visitantes de la Serie del Caribe, vitoreando "Viva Puerto Rico", "Viva Dominicana", "Viva Venezuela", "Viva México" y "Viva Tepupa"

No falto el bailarín espontaneo que se robo la noche entre fotografías y aplausos de todos los presentes.















domingo, 25 de noviembre de 2012

La iglesia de Batuc, un orgullo Sonorense.

La iglesia, orgullo que fue de los habitantes de Batuc, por su belleza y una de las más antiguas del Estado, si no la más, el de un estilo diferente a la forma clásica ya que carecía de torres, pues la orden de expulsión de los jesuitas, acaecida en1767, sorprendió a su constructor sin haberla terminado de todo, cuando ya tenía lista la cantera, de muy buena calidad que la había muy cerca del pueblo. Esta misma cantera fue aprovechada en 1825 para erigir la Capilla de Nuestra Señora de los Dolores en el mismo poblado.


Estuvo situada en la esquina formada por las avenidas “C” Calle Tercera; construida por el jesuita Alejandro Rapicani, alemán de nacionalidad, quien apenas arribó al pueblo en 1741, hizo traer un arquitecto y un cantero de Guadalajara el que instruyó con gran paciencia a varios indígenas, con cuya valiosa ayuda comenzó a erigirla en el año de 1741, habiéndola terminado no del todo, en 1764.

En 1758 Rapicani fue trasladado a Onapa, encargándose de proseguir los trabajos su sucesor el también Jesuita y alemán Gottfrie Bernhard Middendorf hasta 1763, cuando regresó Rapicani a Batuc, tocándole a éste verla concluida, aunque no del todo como hubieran sido sus deseos.

En el interior, este bello templo tenía un no menos hermoso, Confesionario, que el autor de este libro no ha visto semejante en ninguna otra iglesia de la República, y además un Púlpito al que se llegaba por una escalinata de unos 12 o 15 peldaños, y bajo éste, una hermosa Pila Bautisma que quedaba exactamente frente al confesionario, todos de cantera primorosamente labrada, que reclamaban la atenció de cuanta persona entraba al templo.

Una prueba de la belleza de esta singular iglesia, la constituye el hecho de que una vez que el pueblo desapareció, el gobierno trasladó su fachada a la capital del Estado, construyendo al efecto la llamada "Plaza de los Tres Pueblos”, en donde se ostenta, con el objetivo de mostrarla como la joya arquitectónica de inestimable valor que adorna la Capital, y podrá ser admirada por propios y extraños; cosa de la cual, todas las personas que nacimos y amamos a Batuc, seguiremos considerándola como “nuestra”, a la vez que nos sentiremos orgullosos de ella.

A la salida de los jesuitas en 1767, la única iglesia de cantera que existía -por cierto la primera en construirse de ese material- en dicha Provincia de Sonora, era la de Batuc, pues como

lo hizo constar el P. Juan Nentvig en su “Descripción”, refiriéndose a toda la Provincia de Sonora, en su informe general, se expreso así:

“La fábrica (de las iglesias) como es de adobe, exceptuando la de Batuc, necesita de continuo reparo...”

La noche del 18 de julio de 1935, se derrumbó su bóveda que desde hacía cosa de dos o tres años, amenazaba derrumbarse, quedando convertida en escombros a excepción de las paredes, coro y presbiterio, los que también resultaron dañados, ello como consecuencia de los perjuicios sufridos durante el temblor del 3 de mayo de 1887.

(El macrosismo se registró a las catorce horas con quince minutos) del cual quedaron cuarteaduras en sus paredes y principalmente en su bóveda, la que por cierto, aguantó bastante tiempo para venirse abajo.

A iniciativa del cura José de Jesús Reyes, encargado de la parroquia de Ures y que como visita tenía la de Batuc, el 29 de enero de 1939 se formó un Comité Pro-Reconstrucción del Templo, el cual se encargaría de abitrarse fondos para el efecto.

Dicho Comité estuvo integrado de la siguiente manera:

Presidente Honorario: Pbro. José de Jesús Reyes.

Presidente: Angel B. Encinas Duarte.

Vice-Presidente: Reynaldo Ortiz

Secretario: Rosendo Castillo.

Tesorero: Manuel O. Molina.

Dependiendo del comité central el día 3 de diciembre de ese mismo año se establecieron dos subcomités integrados por damas, quienes, con una intensa actividad apresurarían la tarea echada a cuestas. Estos fueron presididos por la Srita. Rosario Olivas, uno, y el otro por la Sra. María del Castillo M.

El 14 de febrero de 1941, fecha en que fue bendecido por el Obispo de Sonora, Dr. Juan Navarrete y Guerrero, el templo del vecino San Pedro de la Cueva, una comisión integrada por los señores Angel B. Encinas y Rosendo Castillo, se acercó al Prelado y solicitó de él autorización para llevar a cabo las obras de reconstrucción, pidiéndole, asimismo, un sacerdote que dirigiera los trabajos, siendo designado para el efecto el Pbro. Jesús Noriega, mismo que había dirigido las obras del templo de San Pedro de la Cueva.

Así, el 6 de marzo de 1941, llegó a Batuc el padre Noriega y desde luego desplegó una intensa actividad, misma que contagió a los habitantes del pueblo, iniciando los trabajos el 10 del mismo mes, los cuales se terminaron el 27 de abril de aquel 1941, habiendo sido su costo de $ 5,815.00, sin incluir el trabajo personal gratuito.

Digna de alabanza fue la labor desarrollada por una brigada de damas, quienes desde un principio y hasta el fin se las vio incansables a todas horas dedicadas a recolectar pequeñas dádivas; a la organización de fiestas y rifas; así como también a trabajos materiales, ya que el acarreo de arena y agua necesarias estuvo a su cargo, siempre con el ánimo encendido, por lo que es justo mencionarlas: Dolores Ortiz, Felisa Blanco, Eva Zarina Encinas Castillo, María Jesús BernaL, Socorro Castillo, Rosa Amelia Castillo, Rosa Amelia Olivas, Amelia Espinoza, Rita Acosta, Aurora F. viuda de López, Amelia P. de Espinoza, Zoila Peralta, Josefa Ortiz de Castillo, Guadalupe Olivas, Amelia Encinas Duarte, María Magdalena Castillo, Artemisa Olivas, Guadalupe Castillo, Rosario Olivas, Dolores Olivas, Clara O. de Castillo, Felisa Quijada viuda de Peñúñuri, Petra Olivas, Socorro del Castillo, María J esús Peñúñuri, Rosario Espinoza, Belem Olivas, Carmen Quintana, Ana Olivas, Librada Encinas, Amelia Castillo, Carmen Peñúñuri, Rosa Olivas, Bertha Peñúñuri viuda de Molina, Delia Peñúñuri y Sofía Molina.

Por fin llegó el día tan ansiado por todos: 28 de abril de 1941, día en que sería bendecida y abierta otra vez al culto, ahora ya totalmente reconstruido.

Desde temprana hora, el pueblo entero se puso en inusitado movimiento engalanando las calles por donde pasaría el Obispo, camino a la iglesia. El pueblo en masa, aumentado por personas de los pueblos vecinos que acudieron a tan magno acontecimiento, se trasladó a las afueras del pueblo, a la Cañada de Mátape, a esperar impaciente la llegada del Ilustre Prelado.

El autor recuerda, cómo siendo un niño aún, dicha espera le parecó corta, abstraído por el juego en compañía de otros chiquillos.

A las quince horas hizo su entrada Su Señoría Ilustrísima bajo los acordes de la orquesta del pueblo, salvas y sirenas de los pocos autos y el incesante tañer de las campanas, que una vez más tocaban a recato. La Bienvenida corrió a cargo del Sr. Angel B. Encinas Duarte, quien se expresó así:
Ilustrísimo Prelado:

He tenido el alto honor de haber sido designado para venir en nombre de este pueblo a dar a Su Señoría nuestra más placentera bienvenida.

Desearía poseer, en grado sumo, las facultades intelectuales y oratoria de un padre Navarrete para cumplir dignamente con la comisión que se me ha conferido, más, ya que esto no es posible, conformáos ¡Oh Ilustre Señor!, con escuchar estos mal hilvanados conceptos, pero tenga usted la seguridad de que dentro de su sencillez, llevan un gran fondo de sinceridad.

Vuestra presencia en estos momentos viene a marcar una de las páginas más brillantes en los anales históricos de este humilde pueblo, y quedará grabada con letras indelebles en las almas batuquenses, pues el gozo y felicidad que nos embarga está doblemente justificado ya que el objeto principal de vuestra visita, es dar a nuestro templo su bendición para que de nuevo vuelva al servic.